El masaje manual (quiro=mano) es una técnica muy antigua, actualmente utilizada con diferentes propósitos: terapéuticos, deportivos o de bienestar. El/la quiromasajista, a través de diferentes maniobras manuales, trabaja sobre los tejidos blandos del cuerpo proporcionando alivio y un efecto terapéutico en quien recibe el masaje.

El masaje terapéutico actúa sobre diferentes dolencias: contracturas, tendinopatías, lumbalgias, etc. así como sobre otros problemas de origen emocional (psicosomático) como dolores de cabeza, fibromialgia, depresión, nerviosismo… que pueden mejorar o en las que el masaje puede ser un apoyo muy positivo de otras terapias (médicas o psicológicas, por ejemplo).

El masaje deportivo tiene dos propósitos principales: el de pre-competición que prepara los músculos y articulaciones para la práctica deportiva y el de post-competición que ayuda al cuerpo a recuperarse y relajarse tras la práctica deportiva.

Y finalmente, el masaje de bienestar, que es el que se aplica con cierta regularidad para contrarrestar los efectos del estrés cotidiano, mantener la musculatura y las articulaciones en óptimas condiciones y prevenir dolores provocados por contracturas, tensión, malas posturas, etc.

Indicaciones: El masaje está indicado para contracturas, adherencias, esguinces, lumbalgias, escoliosis, tendinopatías, como apoyo en procesos de rehabilitación, como sedante del sistema nervioso, en tratamientos anticelulíticos y, en general, como estimulante del equilibrio físico y mental ya que ayuda a liberar tensiones y relaja.